Masculinidad y feminidad...
Jueves 16 de Junio 2011 8:30 a.m.
Masculinidad y feminidad...
Más que dar una definición absoluta y contundente, podría decir desde mi experiencia de vida que la masculinidad y la feminidad en el ser humano son un conjunto de roles de comportamientos expresivos diferenciantes e inscritos en patrones que va estableciendo la sociedad en su conjunto y por consecuencia se modifican durante el transcurrir del tiempo por la transformación de las tradiciones y cultura de cada comunidad.
Se construyen y aplican estos patrones desde la necesidad de las personas de etiquetar los fenómenos de su entorno para su conocimiento, comunicación, diferenciar y para juzgar la forma de expresión de algún individuo -hombre o mujer- de cada comunidad. Para las personas intersexuales, por su invisibilidad cultural no se han desarrollado patrones específicos por lo que generalmente se les asigna alguno de estos dos. Habitualmente se pone mayor atención en las diferencias entre hombre y mujer mas que en sus similitudes.
Considero que la conformación de estos patrones de comportamiento se construyen mediante una infinita diversidad de influencias como las derivadas de la biología del individuo, de su genética, de la cultura de la sociedad y comunidad a la que pertenezca, de los diversos poderes fácticos históricos y del presente -religiones, medios masivos de comunicación, padres, maestros, autoridades laborales, líderes de comunidades, etc.-
Las repercusiones de estos patrones van cambiando también conforme a la evolución de las etapas de vida del individuo.
Al bebé normalmente no se le aplican estos patrones, ni él a sí mismo, por razones de la incipiente formación de su imagen y autoimagen. En la infancia, etapa en la que incrementan las interacciones del individuo con su entorno familiar y escolar, es cuando se fortalecen estos patrones generando mayor autoimagen en esta temática y también cuando se inicia la discriminación, el acoso escolar … conocidos como bullying; en este caso, por no expresar los comportamientos establecidos en los patrones para su condición genital de hombre o mujer. En la adolescencia es la etapa en la que el individuo fortalece con mayor intensidad su autoimagen y sexualidad, enfrenta y afronta con mayor ímpetu su transformación corporal y su sociabilización, generándose también bullying. En la edad adulta el individuo ya tiene más información, Consciencia y seguridad para manejarse a sí mismo y sus interacciones con su entorno; sin embargo, no garantiza su libre expresión. En la llamada tercera edad, veo que a muchas personas ya no les importa lo que puedan opinar acerca de sus comportamientos femeninos o masculinos, su atención está en cerrar su ciclo de vida y en los padecimientos ocasionados por la disminución de su salud; en algunos casos exacerban su postura ideológica ante estos patrones.
Los juicios que se hacen los individuos a sí mismos o los que hacen los demás de él o ella por algunos de sus comportamientos tipificados como masculinos o femeninos, cuando no corresponden a su condición genital de hombre o mujer, suelen calificarse como homosexuales, lesbianas o bisexuales, siendo que es natural el que tanto los hombres tengan actos femeninos como las mujeres tengan comportamientos masculinos y no necesariamente esto implica una orientación sexual. En ocasiones hasta se escuchan expresiones curiosas de que alguien es 100 o 99 o 95 … por ciento masculino, tanto en hombres homosexuales, heterosexuales …
También es importante el tener la mayor Consciencia posible sobre los principios éticos de la intención de hacer estos juicios a uno mismo o a otro ser humano y sus consecuencias al emitirlos.
Humberto Payno
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